¿Estás seguro de tu desinfectante? 4 propiedades para diferenciarlos

A pesar de que el producto desinfectante se utiliza en mayor medida en ambientes profesionales como centros alimentarios, fábricas, hospitales o laboratorios, también podemos hacer uso de él a nivel doméstico.

 
Te vamos a dar las claves para que comprendas mejor como actúan. Su función no es sólo la de eliminar bacterias y hongos, sino también la de hacer que éstas no se reproduzcan o crezcan.
 
Quizás sea importante destacar que algunas de las bacterias cuando se ven “atacadas” son capaces de transformarse en esporas y quedar a la espera de que se produzca un entorno favorable para volver a crecer. Otras bacterias en cambio, ante la falta de nutrientes  deciden no transformarse y seguir creciendo aun a riesgo de morir.
 
Conociendo este entorno, te va a ser muy fácil entender las cinco acciones de los desinfectantes:
 
acción desinfectante
Acción Virucida: Se trata de aquello capaz de destruir virus pero no las esporas ( recuerdan que quedan latentes en espera de que el medio sea favorable para poder reproducrise).
 
Acción Bactericida: Los desinfectantes con esta capacidad, matan en general a bacterias pero no a las esporas.
 
Acción Fungicida: Capaz de matar hongos, levaduras y mohos. Difícilmente acaban con las esporas.
 
Acción Bacteriostática: No matan a las bacterias, simplemente se limitan a evitar la reproducción y el crecimiento de éstas.
 
Acción Fungistática: No acaba con los hongos, levaduras y mohos. Se limitan a evitar su reproducción y crecimiento.
 
Nuestra intención es tan sólo acercar, en la medida de nuestros conocimientos, la ciencia aplicada a la limpieza al mundo doméstico. ¿Te hemos ayudado a entender mejor los desinfectantes?